«Si dispusiera de ocho horas para cortar un árbol, emplearía seis en afilar el hacha». Abraham Lincoln
Sospecho que no soy la única persona que ve mucha más televisión estos días. Al trabajar desde casa, es normal que nuestra vida profesional y nuestra vida personal se entrelacen. Por eso, cuando oí a alguien decir en la televisión que la imprenta seguía considerándose uno de los inventos más importantes de todos los tiempos, NO pude evitar pensar en mi trabajo. Me dedico profesionalmente a la impresión, y la anterior afirmación no me sorprende en absoluto. La impresión ha desempeñado un papel clave en la comunicación de masas desde hace siglos.
Por supuesto, me puse a pensar en la situación actual, por lo importante que es ahora mismo compartir información y por lo que nos espera en nuestra vida personal y profesional. En un momento en el que a todos nos golpea y atemoriza la COVID-19, compartir información es vital. En algunas partes del mundo, las personas se han pasado meses encerradas en casa, y en otros lugares están solo en la primera o segunda semana de confinamiento. En casi todas partes, la gente está separada de sus seres queridos. Lo único que nos queda es compartir a distancia lo que pensamos y lo que nos preocupa.
Estos días usamos menos el material impreso y nos conectamos más mediante nuestros smartphones, nuestras tabletas y nuestros portátiles. Estos dispositivos nos ayudan a mantener el contacto con la gente, algo vital en momentos de incertidumbre. En estos tiempos oscuros, buscamos formas de hacerlo mejor y de ser mejores. Y, cuando estos tiempos difíciles acaben, tendremos que buscar formas de hacer aún más cosas. Tendremos que recuperar los ahorros perdidos en las quiebras financieras y ayudar a los niños a normalizar su situación académica. Y tendremos que encontrar tiempo en nuestras apretadas agendas para visitar a las personas de las que tuvimos que separarnos durante esta crisis.
Las empresas también afrontan un gran reto. Tienen que recuperar su salud financiera sea como sea. Una de las formas de conseguirlo es pensar en nuevas formas de trabajar. Deben aportar ideas para mejorar los flujos de trabajo y eliminar procesos redundantes. Aunque ahora mismo no podamos poner en práctica esas ideas, podemos diseñar los planes que ejecutaremos cuando sea el momento de implementar una nueva normalidad.
Quizá ahora sea el momento perfecto para investigar posibilidades sobre las que normalmente no podemos reflexionar por estar demasiado ocupados, no solo como forma de prepararnos para el futuro, sino también para no pensar en los problemas del presente. Quizá no podamos controlar el desenlace ni la duración de esta difícil situación, pero podemos prepararnos para empezar a levantar todo lo que esta caído ahora.
Volvamos a mi trabajo y al futuro de la gestión de output: normalmente, en LRS estaríamos ocupados preparándonos para celebrar conferencias de usuarios en las que hablaríamos sobre formas de mejorar los procesos de negocio y reducir los costes. Evidentemente, dados los recientes cambios que se han producido en el mundo, estos eventos presenciales se han cancelado. Sin embargo, los temas que habríamos tratado volverán a ser igual de importantes, o más, cuando todos volvamos al trabajo.
Por eso, en lugar de estos eventos en vivo, ofreceremos una serie de seminarios web. Pueden verse como una distracción agradable en estos momentos y un lugar en el que hablar de cómo ayudar a su empresa en un futuro próximo. Por eso, les recomiendo que no pierdan de vista nuestra página de eventos y que, si ven algún tema sobre el que deseen obtener más información, se unan a nosotros o se registren para recibir una grabación. El momento actual es muy complicado, pero podremos sacar el mayor provecho de una situación desfavorable si nos preparamos para el futuro.
Es el momento de afilar nuestras herramientas. Muy pronto tendremos que usarlas, y no podremos desperdiciar ni un minuto de nuestro tiempo ni un ápice de nuestra energía.