Estamos a finales de mayo en Springfield, Illinois, lo que significa el final del curso escolar y el comienzo de las vacaciones de verano. Puesto que tengo hijos adolescentes mayores, soy testigo directo del paso del modo escolar al modo laboral. Es una época del año muy interesante para ellos, y algo que recuerdo con cariño… parece que fue ayer cuando yo estaba en su lugar.
Esto se evidencia particularmente en la experiencia de mi hijo mediano, que deja el campus universitario y se encamina hacia su primer trabajo corporativo de prácticas. Año tras año, observo la llegada de nuevos alumnos en prácticas a LRS, y recuerdo mis propias y entrañables pasantías de verano con dos organizaciones de TI fundadas por un auténtico pionero en tecnología de la información: H. Ross Perot.
Ross Perot fue muchas cosas, pero aparte de su breve carrera política, probablemente sea famoso sobre todo por establecer la empresa informática gigante Electronic Data Systems (EDS) en 1962, y su epónima Perot Systems en 1988. Ambas transformaron el mundo informático de manera profunda, como descubrí durante mis pasantías en esas organizaciones. Algunos sostendrían que el Sr. Perot fue el genio detrás del modelo informático de la nube.
Según Wikipedia:
La computación en la nube es la disponibilidad a pedido de los recursos del sistema informático, especialmente el almacenamiento de datos (almacenamiento en la nube) y la capacidad de cómputo, sin una gestión activa directa por parte del usuario”. Las nubes grandes a menudo tienen funciones distribuidas a través de múltiples ubicaciones, cada una de las cuales es un centro de datos. La computación en la nube se basa en compartir recursos para lograr coherencia y, típicamente, utiliza un modelo de pago por uso, que puede ayudar a la hora de reducir los gastos de capital, pero que también puede conducir a los usuarios a gastos de explotación inesperados.
¿Qué tiene que ver todo esto con Ross Perot y sus primeros negocios? Absolutamente todo. Inicialmente, Perot trabajó para IBM vendiendo computadoras de mainframe a grandes organizaciones. A pesar de su éxito, se dio cuenta de que muchos clientes en potencia no podían justificar por anticipado los costes de capital para adquirir, operar y mantener un gigante inmenso de computación enfriado por líquido.
Recuerda que las computadoras de mainframe de la época requerían salas climatizadas especiales, típicamente, con suelos elevados, costoso almacenamiento de cintas, miles de cables gruesos, etc., por no mencionar los muy especializados programadores y operadores que las mantenían en funcionamiento. Perot sabía que los centros de datos de la mayoría de sus clientes permanecían inactivos por la noche o durante los fines de semana. Mientras que esas enormes organizaciones consideraban que esta potencia de cómputo inutilizada era uno de los “costes de hacer negocios”, Perot la veía como potencial desaprovechado.
Su idea fue: alquilar tiempo de computación a esas grandes organizaciones durante las horas inactivas y vendérselo a las organizaciones que no podían permitirse sus propios centros de datos. Mientras tanto, él podía proporcionar sus propios equipos de profesionales informáticos para que hicieran el trabajo en nombre de los clientes subcontratantes. Su propuesta ofrecía a los propietarios de mainframes una manera de costear sus gastos de hardware, proporcionaba a las organizaciones más pequeñas un modo de entrar en el juego informático por un precio de entrada menor, y le facilitaba un flujo constante de horas de servicio facturables a su propia empresa. ¡Una propuesta de ganar-ganar-ganar del tamaño de Texas!
En principio, presentó su idea a la directiva de IBM, que no vio el potencial. Entonces, dejó su trabajo en IBM, fundó EDS y demostró al mundo la viabilidad de este modelo de negocios. Cuando las organizaciones se dieron cuenta de que podían obtener leche sin comprar la vaca – o más concretamente, obtener poder de computación sin adquirir el hardware, personal, etc. – no dejaron escapar la oportunidad.
Hoy en día, la computación en la nube está llevando los beneficios de este planteamiento al siguiente nivel. El poder de computación y el almacenamiento de datos pueden considerarse casi como una utilidad; compras todo lo que necesitas, cuándo y dónde lo necesitas, y pagas mucho menos durante los períodos de baja demanda. Organizaciones de todos los tamaños han adoptado esta flexibilidad y sus beneficios. No obstante, hay un elemento informático que no se adapta tan fácilmente a este modelo: la gestión de output. Las impresoras son dispositivos electromecánicos que ponen tóner sobre papel. Los escáneres son dispositivos electromecánicos que convierten imágenes de páginas impresas en datos. Ambos requieren hardware en el punto de uso del documento.
Por suerte, LRS ofrece una forma de casar los mejores elementos de la computación en la nube con la flexibilidad y la fiabilidad de la serie de gestión de output de LRS. Nuestra solución LRS Managed Services (subrayada en nuestra reciente serie “Nuevas perspectivas” de este Blog), te ofrece un surtido constante de leche mientras nuestro personal se encarga de las vacas – un beneficio tentador incluso para algunas de las corporaciones globales más grandes del mundo. Recomendamos que, aquellas organizaciones que deseen un control más directo de sus entornos de impresión, pero también quieran aprovechar la capacidad de la nube, permanezcan al tanto de un próximo anuncio en este Blog. Una vez más, LRS tiene todo lo que necesitas.