Una breve historia de la impresora…
El primer uso registrado de una impresora para impresión comercial se dice que fue en la imprenta de Gutenberg en 1450. Su primera publicación fue la Biblia de Gutenberg – produciendo aproximadamente 180 copias.
No obstante, se cree que fueron los chinos quienes, con anterioridad, revolucionaron la ruta hacia la “era de la información” – utilizando imprentas para producir folletos y panfletos. Hay evidencia de que los chinos ya imprimían libros poco después del nacimiento de Cristo. Se dice que Sutra del diamante, un libro budista procedente de Dunhuang, China, a partir de 868 D.C., es el libro impreso más antiguo conocido.
En 1846, un tal Richard March Hoe modernizó la imprenta – y desarrolló una impresora capaz de imprimir ¡8.000 páginas por hora!
Se dice que el omnipresente Charles Babbage diseñó la primera impresora mecánica en el siglo XIX. La impresión informática comenzó en 1938 – cuando un inventor llamado Chester Carlson inventó un proceso de impresión en seco al que denominó ‘electrofotografía’ – comúnmente conocido hoy en día como Xeroxing. La invención de Carlson tendió una base sólida para la proliferación global de las impresoras.
En 1976, según IBM, la primera impresora IBM 3800 se instaló en el centro de datos de Woolworth en Milwaukee, Wisconsin. Esta imprimía la impresionante cantidad de 100 páginas por minuto.
Más adelante, en 1976, se inventó la primera impresora disponible comercialmente. No obstante, aunque parezca mentira, no fue hasta 1988 que HP lanzó la primera impresora DeskJet.
Obsérvanos ahora…
Se considera que imprimimos unos 2,8 trillones de páginas al año. ¡¡2,8 trillones de páginas al año, cada año!!
Esto presenta una cuestión y un problema muy serios…
¿Qué contienen esos 2,8 trillones de páginas y hasta qué punto está segura la información contenida en dichas páginas?
Impresión en el Puesto de trabajo….
Por término medio, un empleado de empresa imprime 10.000 páginas al año. Una vez más, esto plantea inquietudes:
- ¿Hasta qué punto está protegida y segura la información de esas páginas? Una vez impresos, los documentos literalmente pueden ser trasladados a cualquier lugar y entregados a cualquiera.
- ¿Son tu impresora y red de impresoras vulnerables a amenazas externas?
En mi próximo Blog, trataré la cuestión de que imprimir 10.000 páginas al año por empleado ¡tiene un impacto enorme sobre los objetivos de sostenibilidad y cero emisiones! Y, más importante aún, que un planteamiento holístico de la gestión de output puede ayudar a una empresa global a lograr reducciones significativas que contribuyan a alcanzar sus objetivos de cero emisiones.
Vuelta a la seguridad de los documentos impresos…
Desafortunadamente, a nivel personal, todos somos muy conscientes de cómo los hackers y los estafadores informáticos se pasan la vida buscando formas de acceder a nuestros datos y credenciales. La cantidad de mensajes de email, texto y WhatsApp falsos y fraudulentos es realmente preocupante.
El nivel de hackeo se amplifica en el mundo de los negocios.
Hoy en día, en la “Era de la Información Digital” y con la proliferación de los documentos impresos, la seguridad y la protección de documentos confidenciales es una preocupación prioritaria para todos los negocios. Entre datos de clientes, cuentas e informes centrados en la empresa, documentos de I+D y propiedad intelectual, es evidente que cada negocio debe implementar y mantener medidas proactivas para proteger toda la información sensible y confidencial contra las infracciones y el acceso no autorizados.
En un entorno típico de oficina abierta donde las impresoras son compartidas por numerosos empleados, se corre un alto riesgo de que documentos confidenciales caigan en malas manos, accidental o maliciosamente. Estos riesgos no solo comprometen la confidencialidad de la información de una organización – sino que, potencialmente, también pueden resultar en daños reputacionales, pérdidas financieras, e incluso, multas e implicaciones legales.
Y, qué ocurre con las redes…
La red de impresoras de una organización podría fácilmente ser la amenaza de seguridad más ignorada. Los riesgos más típicos y comunes asociados con la gestión de documentos son los drivers de impresoras antiguos/obsoletos y la mala gestión de datos.
En un Blog reciente, uno de mis compañeros identificó varias razones por las que las impresoras están expuestas a ataques:
- Tienen puertos IP que les permiten conectar a la red corporativa interna y, en algunos casos, al Internet público
- Típicamente, dependen de drivers de dispositivos que los administradores tienen dificultades para validar y actualizar a lo largo de grandes flotas de impresoras e impresoras multifuncionales
- Tienen discos duros que almacenan datos de los documentos de negocios más sensibles de una organización
- Muchas tienen la habilidad de recibir y enviar emails, así como de conectar inalámbricamente a los dispositivos móviles de usuarios para permitir una impresión ad-hoc conveniente
- A veces, cuentan con USBs no seguros y otros puertos físicos que ofrecen una forma discreta de cargar malware
- Son una ocurrencia tardía. Son “el problema de otros”. Están por todas partes.
Muchos clientes de envergadura se están dando cuenta de que la ruta hacia la vulnerabilidad es la enorme y rígida red que forma uno de los pilares de su entorno desde hace tiempo. No obstante, a medida que las aplicaciones han ido cambiando, muchas empresas han modificado sus nuevos sistemas para que solo paquetes autenticados y verificados pueden pasar a través de sus redes.
De esa manera, sus sistemas pueden funcionar en el Internet abierto y no se requiere VPN para acceso a aplicaciones. Asimismo, según Gartner, para 2023, un 60% de las empresas retirarán la mayoría de sus redes virtuales privadas (VPN) de acceso remoto a favor del acceso a red de confianza cero (Zero Trust).
Con empleados teletrabajando o de forma híbrida (es decir, una combinación de teletrabajo y oficina), no sorprende que asegurar el acceso a los datos sea un tema importante.
Los hackers, los estafadores y las vulnerabilidades han llegado para quedarse. Para siempre. Todo individuo y negocio deben hacer lo que esté en sus manos para asegurar la implementación de medidas de protección y seguridad. Estas cuestiones se tratarán en mi próximo artículo de esta serie.