Algunas personas les llaman pretenciosos o farsantes. Yo prefiero la palabra inglesa «wannabe», que la Wikipedia describe como «un término peyorativo para referirse a una persona que desea ser o hacer algo para lo que carece de las aptitudes, la experiencia o el talento necesarios». ¿A qué me refiero exactamente? Bueno, no estoy hablando de personas en concreto sino más bien de proveedores que posicionan sus productos y soluciones como si tuvieran muchas más capacidades funcionales o generaran mayores beneficios de los que realmente ofrecen. Estos «wannabes» suelen estar por detrás del líder del sector y tratan de vincular la propuesta de valor del líder a sí mismos. Eh, si no puedes hacerlo, finge que puedes, ¿no?
En el nicho de mercado del software de gestión de la impresión y gestión de output, existen proveedores que describen sus soluciones como «gestión de output para la empresa» pero claramente utilizan una definición completamente diferente de la palabra «empresa» de la que he vivido durante más de treinta años en el sector de las TI. ¿Cuándo una solución de impresión IP directa para escritorios Windows constituye una solución de gestión de output para la empresa? La respuesta es: cuando toda su empresa está formada por escritorios Windows. ¿Y qué gran empresa hoy en día utiliza Windows como su única plataforma informática? (Introducir el sonido de grillos aquí...).
En realidad, la gran mayoría de las grandes empresas de hoy en día se caracterizan por disponer de entornos informáticos heterogéneos más complejos. Por ejemplo, no es extraño encontrar toda la gama de plataformas y aplicaciones en muchas empresas, desde soluciones móviles hasta mainframe. Y con el sector preparándose para el futuro «Internet de las cosas», es probable que en el futuro aparezcan más plataformas informáticas. Así que, ¿no debería lanzar la red un poco más lejos cuando se refiere a «soluciones de empresa»? Yo creo que sí. Aunque, para ser justo, no soy imparcial porque resulta que trabajo en un proveedor de software que goza de un amplio historial en entornos para grandes empresas, una compañía que comenzó con la plataforma mainframe de IBM a principios de los años ochenta y que, desde entonces, ha ampliado su soporte a nuevas plataformas informáticas.
Así que he aquí una sugerencia cuando evalúe soluciones de proveedores que están posicionadas como corporativas en cuanto a alcance y valor: rompa el precinto y compruebe de que está hechas realmente. Pregunte sobre sus soluciones móviles, tanto para dispositivos como para trabajadores. Pregunte sobre sus soluciones de escritorio, tanto virtuales como tradicionales. Pregunte sobre su solución para plataformas informáticas heredadas y su capacidad para ayudarle a modernizar sus aplicaciones. ¿Saben siquiera lo que es un mainframe IBM? ¿Y un AS/400 o su versión moderna? ¿Y Linux y UNIX? Ahora, junte todas las aplicaciones y los formatos de datos diferentes generados por estas plataformas, y obtendrá una visión más precisa de lo que es realmente una empresa. Finalmente, considere las necesidades de seguridad y cumplimiento normativo generado por toda esta combinación. No es tan sencillo, ¿verdad?
De cualquier forma, se ha hecho una idea de la situación general. Ahora, piense en su empresa y plantee las preguntas correctas. Las capacidades del proveedor deben estar a la altura de las necesidades actuales y futuras de su empresa. Puede que necesite sus gafas de sol especiales para filtrar la retórica comercial. Busque al líder genuino y aléjese de la banda de los «wannabes». No tardará mucho en saber quién es quién.